Seguimos estrictamente el método exigido por la Secretaría de Salud Pública y el Instituto Nacional de Microbiología Carlos G. Malbran.

Avisos previos: La empresa coloca avisos de tareas en el edificio, 3 días antes de comenzar el servicio.

Por ello, la Ordenanza indica realizar la limpieza de tanque cada seis meses y la Ley Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo indica una limpieza anual.

Sabemos que el agua es un elemento muy importante en la vida del ser humano. Tomamos el compromiso de garantizarle el cuidado y el buen funcionamiento de cada uno de los componentes que esta utiliza antes de llegar a su mesa.

Para lograr una mejor limpieza y una correcta desinfección, el agua utilizada para la limpieza es tratada con hipoclorito de Sodio (o agua Lavandina, como se la conoce comúnmente). El método utilizado puede variar entre el cepillado o el hidrolavado a baja presión, dependiendo del tamaño de las superficies a tratar.

Al abrir el tanque de agua para comprobar si es necesario realizar un trabajo de reparación controlamos: Flotantes, Automáticos, Tapas y marcos de acceso frontal, Tapas de inspección, Paredes, pisos y techo (estado interno), Grietas, Revestimiento interno, Capa impermeabilizante, Colectores de agua y Válvulas

Los tanques se suelen deteriorar con el paso del tiempo, como cualquier estructura. Sus tapas, paredes, pisos, techos, caños, colectores, flotantes, automáticos, ventilaciones, ruptores de vacío, entre otros, son revisados minuciosamente en cada limpieza periódica.

Con el fin de garantizar la calidad del agua, realizamos periódicamente el control de estanqueidad y buen funcionamiento de los tanques de agua, en caso de ser necesario procedemos a la labor de reparación.

También denominados análisis de potabilidad, verifican si existe la presencia de organismos que puedan contaminar el agua de consumo. Las fuentes de análisis más requeridas son: tanques cisternas y colectores, agua envasada para dispensers, redes de agua corriente en general y agua contenida en piletones industriales.

Luego de la desinfección de los tanques, días después, se toman un mínimo de dos muestras del agua extraída de la válvula de limpieza y de una canilla edificio y se las envía a un Laboratorio habilitado para practicar su análisis bacteriológico.

Determina el nivel de elementos nocivos como los provenientes de la degradación de cañerías, desprendimientos de tanques o la presencia de partículas en suspensión.

Además, permiten evaluar la composición de aguas provenientes de napas. Estos análisis físicoquímicos deben realizarse fundamentalmente cuando las napas son altas, dado que aumenta el riesgo de contaminación o falta de potabilidad.